Santa Marta, Magdalena. 15 de noviembre de 2017. (MADS). Para disminuir los niveles de salinidad de la Ciénaga Grande de Santa Marta, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, con el apoyo de la Corporación Autónoma Regional del Magdalena (Corpamag), lleva a cabo la recuperación de la sección hidráulica de los cuerpos de agua que alimentan el sector noroeste del humedal.
“Los trabajos de dragado contemplaron inicialmente la intervención de los caños Bristol, Caleta del Tambor y Cobado, sin embargo, en la etapa final de estas obras, se adicionaron al contrato otros caños de importancia como Machetico, Cobado 2, Ahuyama y Pajaral”, explicó Jairton Díez Díaz.
A través de dragas hidráulicas y retroexcavadoras anfibias que remueven, transportan y descargan el material del fondo de las áreas acuáticas, se limpian los caños. Según Karen Forero Bula, subdirectora técnica de Corpamag, “el proyecto se encuentra en su etapa final y ha contribuido al restablecimiento y protección de la biodiversidad que aloja la Ciénaga Grande de Santa Marta. Asimismo ha beneficiado a diferentes pobladores de las comunidades aledañas al complejo cenagoso”.
Una de ellas ha sido la del corregimiento de Buenavista, una población lacustre ubicada en el centro de la Ciénaga Grande y que en varias ocasiones ha padecido los cambios del humedal.
Para Dagoberto Peláez Guerrero, líder de la comunidad palafítica, las obras han permitido la recuperación del ecosistema, “a raíz de los dragados, la calidad de vida ha mejorado entre un 70 y 80 por ciento en los palafitos. Hoy en día puedo abrir la nevera de mi casa y encuentro pescado, que antes era escaso, por lo que nos tocaba comer pollo y carne”, dijo y agregó que en sus recorridos por la Ciénaga ya se ven los manglares reviviendo gracias al flujo de agua dulce que está ingresando por los caños.
“Las obras fueron complementadas con actividades de educación ambiental, con la delimitación de la ronda hídrica y la elaboración de un mapa de zonificación de riesgos”, destacó Forero Bula.
La Ciénaga Grande de Santa Marta, ubicada en el extremo noroccidental del departamento del Magdalena, es considerada la laguna costera más grande y productiva del Caribe Colombiano. La variedad que alberga en fauna y flora, la llevaron a ser declarada Reserva de la Biosfera en el año 2000 por la UNESCO.
La estabilidad de este complejo lagunar depende principalmente del equilibrio entre el agua dulce, que ingresa mediante el sistema de lagunas interconectadas por caños, el río Magdalena, los diferentes ríos que descienden de la Sierra Nevada de Santa Marta y el agua salada proveniente del mar Caribe. Debido a procesos naturales y externos, algunos de los caños han resultado obstruidos y sedimentados, dejando como consecuencia la alteración del ecosistema, situación que está cambiando gracias al esfuerzo de diferentes sectores y niveles de gobierno.