A través de espacios participativos que involucran a los actores asociados en la problemática socioambiental de la Ciénaga Grande de Santa Marta (CGSM), se desarrollan los Diálogos de la Ciénaga, iniciativa liderada por la universidad del Magdalena y desarrollada con el apoyo del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS).
El proyecto consiste en una serie de talleres con pescadores, arroceros, palmeros, ganaderos, mujeres, indígenas, jóvenes, instituciones ambientales y gubernamentales, con el objetivo de identificar elementos que permitan construir una visión compartida de la Ciénaga, mediante la elaboración de una agenda colectiva y consensuada para la gestión sostenible de esta ecorregión.
“Lo que se busca a través de estos diálogos es generar espacios para que diferentes actores, tanto sociales, institucionales y económicos, puedan sentarse y construir de manera participativa acuerdos a partir de sus diferentes saberes y experiencias”, explicó Andrea Ramírez Martínez, directora de Asuntos Marinos, Costeros y Recursos Acuáticos, del Ministerio de Ambiente.
Para Sandra Vilardy Quiroga, bióloga marina y decana de la facultad de Ciencias Básicas de la universidad del Magdalena, esta estrategia busca recuperar el diálogo y confianza de los diferentes actores de la Ciénaga, así como la construcción de cuatro agendas para la gestión del ecosistema, “las agendas estarían dirigidas por ejemplo al fortalecimiento de la gobernanza, elementos para una agenda de mejoramiento en el conocimiento científico, una agenda para las transiciones productivas y una agenda muy importante para la capacitación en intercambio de experiencias”, señaló Vilardy.
Hasta el momento se han realizado siete talleres, así como dos capacitaciones de restauración de manglares que corresponden a otro de los ejes del proyecto, dichas capacitaciones se han llevado a cabo en la población palafítica de Nueva Venecia.
En estos espacios se han escuchado las voces de aquellos que dependen de la Ciénaga, los miedos que afrontan, los retos que les esperan, los anhelos que guardan y los aportes que cada uno tiene para lograr la recuperación socioambiental de la ciénaga más grande del país.
Para Omar Vargas, director del Grupo Ecológico Indeba Verde, el cuidado de ecosistemas como este es fundamental no solo para la región, si no para Colombia: "Tendemos a creer que como estamos lejos de la ciénaga estamos a salvo, pero todos estamos integrados", comentó.
El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible ha puesto a disposición el apoyo de profesionales especializados durante las actividades para contribuir a alcanzar los objetivos del proyecto, así como la Universidad ha aportado las capacidades instaladas de sus diferentes grupos de investigación.
Santa Marta, Magdalena. 21 de noviembre de 2017. (MADS). Con la apertura de la embocadura del caño Clarín Viejo se avanzó en la recuperación y conservación ecológica de la Ciénaga Grande de Santa Marta, cumplimiento con uno de los compromisos pactados en el marco del Comité de Coordinación Interinstitucional para la Gestión Integral de la Ciénaga Grande de Santa Marta (CGSM).
La rehabilitación de este caño permitirá el flujo de agua dulce del río Magdalena hacia la Ciénaga y dará solución a la problemática de hipersalinidad que presentan los suelos y canales aledaños al Vía Parque Isla de Salamanca (Vipis), asimismo, propiciará el florecimiento del bosque de manglar en estas zonas, como también el crecimiento de los recursos pesqueros.
El proyecto “Recuperación hidráulica del Caño Clarín Viejo como aporte a la restauración del ecosistema de bosque de manglar del Parque Isla de Salamanca”, fue ejecutado por la Corporación Autónoma Regional del Magdalena (Corpamag), en convenio con el Instituto Nacional de Vías (Invías) y contó con una inversión de más de 6.300 millones de pesos.
Carlos Francisco Díaz Granados Martínez, director de Corpamag, explicó que además de la obra mencionada, se han realizado otros proyectos de recuperación, “de ríos, caños y canales, acercándose a las comunidades y al sector productivo para que de la mano podamos desarrollar procesos que busquen que todas las actividades desarrolladas en esta ciénaga sean respetuosas del medio ambiente, las normas y las leyes”.
De acuerdo a la información suministrada por Corpamag, el caño Clarín Viejo presentaba un bloqueo de los flujos hídricos del río Magdalena, así como diversas actividades antrópicas que afectaban el sistema deltaico lagunar de la Ciénaga Grande de Santa Marta, poniendo en riesgo la preservación de la flora y fauna, aumentando la susceptibilidad ante eventos climáticos locales como el fenómeno de El Niño, La Niña y el cambio climático global.